BRIGHTON EXPERIENCE
Me gustaría compartir la experiencia que algunos alumnos del Colegio Virgen de Gracia han vivido en esta pequeña ciudad, Brighton, situada al sur de Londres.
Desde que tuve conocimiento de lo que empezó siendo una propuesta a los padres de nuestros alumnos, supe que este programa prometía. No me equivocaba y, cuando les cuente cómo hemos vivido esta semana, entenderán el porqué.
El objetivo del programa es la inmersión en un instituto británico durante una semana. ¿Cómo? Al día siguiente de nuestra llegada y primera toma de contacto con la familia que nos acogería durante esos siete días, fuimos al Longhill High School. Allí nos esperaban los buddies de nuestros alumnos, compañeros con los que asistirían a las clases y con los que compartirían su tiempo durante la jornada escolar. Las asignaturas que cada buddy tiene depende del curso y del propio alumno; así que, cada uno de los nuestros ha asistido a clases muy diversas: drama, tecnología de los alimentos, educación para la salud… y las típicas matemáticas, física o historia.
¿Y los alumnos era capaces de seguir las clases? Además de seguirlas, participaban, tomaban apuntes y hasta se han atrevido a hacer algún examen con resultados más que satisfactorios. Si bien académicamente hay que estar orgullosos de los alumnos que han viajado hasta allí, el comportamiento, el saber estar y la adaptación, en un tiempo tan reducido, han sido dignos de alabar. No solo lo digo yo, que iba aula por aula observando el funcionamiento de las clases, también los propios profesores de Longhill destacaban que el grupo de españoles que visitaba el colegio era muy bueno.
Al acabar la jornada escolar, el centro organizaba alguna actividad o taller para nuestros alumnos y sus buddies. En este tiempo de ocio, los estudiantes tenían la oportunidad de conocerse un poco mejor fuera del contexto académico, de practicar inglés con adolescentes de su misma edad y, por supuesto, de pasarlo bien. La parte de la merienda sorpresa les encantaba.
Aunque se han tenido que despedir con mucha pena de sus “familias” en Brighton y de sus nuevos amigos, con los que han congeniado estupendamente, estoy segura de que, gracias a las nuevas tecnologías y redes sociales, más que un adiós será un hasta pronto. Ahora todo depende de ellos.
Lidia Holanda
Profesora de inglés y francés