CAMINAMOS JUNTOS
Uno de los momentos más importantes en la vida de todo cristiano, cuando se es niño, es el día de su Primera Comunión. Como menciona el Papa Francisco, “El día de la Primera Comunión es uno de los más felices de nuestra vida, pues Jesús viene a nuestra alma y nos llenamos de una gran alegría. El encuentro con Jesús, que nos acompañará a lo largo del camino de la vida, es lo que nos da la verdadera alegría, no lo olvidemos nunca”.
La importancia de llegar bien preparado, para recibir por primera vez a Jesús en el Sacramento de la Eucaristía, a través de la celebración de la Primera Comunión, depende de la formación que reciba en la catequesis. Durante esos dos años, el niño va creciendo como persona y como cristiano.
En la catequesis del Colegio Virgen de Gracia somos conscientes de la importancia social y familiar del evento. De ahí que las familias piensen en los detalles. ¿Qué detalles serían esos? Son tantos aspectos: el restaurante, los regalos, la ropa para ese día, cómo divertirlos tras la celebración, a quién dejarle la responsabilidad de la fotografía que hará eterno ese gran momento… Sin embargo, tanto los catequistas como las familias no debemos olvidar el detalle más importante: la Primera Comunión supone la integración del niño en la vida de la Comunidad Cristiana. Esto implica asistir y participar en la Eucaristía. Por ello, en su preparación, los catequistas subrayan el sentido cristiano, el sacramento y el compromiso que tanto el niño como su familia tomarán con la iglesia.
Los catequistas son personas que, además de tener el conocimiento del Mensaje y haber sentido una llamada especial, transmiten su experiencia de la fe y poseen una actitud religiosa. En la Primera Comunión se presentan los niños a Dios como servidores de la fe católica, se les enseñan los mandamientos; pero, sobre todo, la idea de amar al prójimo como se aman a sí mismos, no dañar a nadie, reforzando que Dios es el motor. Esto les proporciona la orientación que necesitan en la vida para alcanzar sus metas por el buen camino.
Beatriz Navarro e Isabel Pérez