LA IMPORTANCIA DEL MOVIMIENTO EN LOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA
Como todos sabemos, los niños pequeños no suelen quedarse quietos y siempre están activos. La actividad es positiva e importante tanto para ayudarlos a crecer fuertes y saludables, como para su desarrollo en general.
Por medio del movimiento, incrementan su capacidad para pensar y su comunicación al interactuar con el mundo resolviendo los problemas que se les presentan. Esto promueve la confianza en sí mismos y mejora su autoestima.
Debemos permitirles que se muevan con el fin de que, por un lado, puedan observar y experimentar de forma directa su entorno y, por otro, satisfagan su curiosidad por descubrir a través de los sentidos el mundo que los rodea.
El movimiento estimula el desarrollo del niño pequeño de varias maneras:
- La conexión entre la mente y el cuerpo se incentiva.
- Físicamente. Los juegos, bailes… propician que adquiera un mejor concepto del mundo físico y un mayor interés por este.
- Formación de relaciones sólidas. El movimiento resulta esencial para la comunicación, debido a que es una de las primeras formas con la que expresa su pensamiento y su estado emocional. Asimismo, le permite conectarse con otras personas.
- Confianza en sí mismo. Debemos favorecer que perciba cómo se realiza algo en lugar de hacerlo por él. Cada logro conseguido aumenta su sentido de dominio y le confiere seguridad en sí mismo; de esta manera, será capaz de enfrentarse a retos cada vez más complejos.
Por todo esto, en nuestro Centro los espacios están diseñados con el propósito de que los niños puedan desplazarse de un lugar a otro y no permanezcan durante horas en la misma postura, sobre todo en las primeras etapas.
Algunos consejos para que los padres incentiven y mejoren el movimiento de sus hijos:
- Dejar que exploren su alrededor gateando, andando, corriendo…
- Motivarlos a practicar algún deporte, ya que es una excelente manera para potenciar los músculos, la coordinación…
- Enseñarlos a atarse los zapatos, completar puzles… benefician no solo el movimiento temprano, sino también el desarrollo de la inteligencia y el razonamiento lógico.
- Asistir a los juegos donde participen y reforzar el esfuerzo que llevan a cabo, dejando siempre a un lado la competitividad.
- Ayudarlos a manejar las decepcionesy a aprender a perder.
- Conducirse en todo momento como modelos con el objetivo de que sus hijos puedan imitar, en un futuro, su comportamiento ejemplar.
Mª Luz Navarra Girela
Maestra de Educación Infantil